Soy Cesar : La Oveja y el León

Hace mucho tiempo había un cachorro que vivía protegido por su tribu en las praderas de África. Pero, un día nublado y frio, llegó una tribu enemiga y atacó su aldea matando y destrozando todo a su paso. Su padre intento defenderlo, pero cayó en la batalla. Su madre intentó huir y protegerlo, pero solo logró ocultarlo entre los arbustos antes de que ella también quedara sin vida.

Poco después, llegó un grupo de ovejas al lugar donde antes estaba la aldea.

– ¡Baahh! ¡Baahh! – decían todas juntas. El pequeño cachorro salió de entre los arbustos y las ovejas lo vieron con curiosidad, acercándose poco a poco. Con el tiempo, el cachorro creció y se volvió parte del rebaño. – ¡Baahh! ¡Baahh! decía junto con sus nuevos hermanos y hermanas.

Los años pasaron, hasta que el rebaño fue atacado por un imponente león. Las ovejas corrían y balaban sin poder de hacer nada para defenderse. En ese momento el león vio al cachorro, ahora convertido en adulto, corriendo con pánico entre las demás ovejas. – ¿Qué haces con este rebaño de ovejas?, tú no eres uno de ellas – le preguntó el león con una mezcla de confusión y enojo. – Soy parte del rebaño, soy una oveja – respondió él sin saber si detenerse o seguir corriendo.

Entonces el gran león lo tomó del cuello y lo llevó a un manantial cercano.

– Mira tu reflejo y mira también el mío – le dijo en un rugido. Y así lo hizo, sin poder entender lo que estaba pasando. La vida lo había llevado a vivir como las ovejas, tanto que él mismo se creía una de ellas. Pero ese no era su destino. Y a partir de ese momento empezó a vivir como el león que siempre había sido aunque antes no lo supiera.